Dejar la bicicleta sola en la calle, para ir a recoger un pedido al restaurante o entregarlo en una vivienda, conlleva un estado de ansiedad para el repartidor ciclista por el miedo a que le roben su querida bici. A continuación, se dan unas pautas de comportamiento para evitar el robo y los pasos a seguir cuando ha ocurrido la desgracia.